Modelos a seguir

Hoy quiero hablaros de algo que, os habréis dado cuenta hace ya mucho tiempo, y es la abundancia de grandes bases (como analicé en uno de mis primeros posts) y, en su defecto, la escasez de pívots.

Bueno, todo el mundo sabe que, en la NBA de hoy en día, abundan los guards atléticos, físicos… Muchos de ellos estrellas, hombres-franquicia, jugadores que mueven a mucha gente gracias a su capacidad de dar espectáculo y ganar partidos.

Pero ¿y el otro lado de la balanza? En el lado de los hombres altos, el único pívot puro de garantías, sobre el que poder edificar ahora mismo es Howard. Duncan ya es mayor, aunque conserva el talento de antaño, y Pau Gasol y Dirk son 4, ambos pueden actuar de pívots, pero su posición natural es la de ala-pívot. Otros casos son los de los prometedores Bynum y Oden, ambos con una salud de cristal que no les permite llegar al máximo de su potencial.

Y esto está causado, como todos podréis adivinar desde el título, por un individuo cuyo nombre empieza por J y acaba por ordan. Mike es el mejor jugador de la historia, con todo merecimiento, y todo el mundo quería y sigue queriendo “be like Mike”, jugadores y espectadores incluidos. Ahora, es mejor tener una figura por fuera que un pívot estelar, tendencia marcada por aquellos maravillosos Bulls.

Pero, ¿entonces, por qué los pívots no pueden tener otros modelos a los que seguir? Toda la historia del baloncesto está marcada por los grandes colosos, y fue así hasta Jordan. Chamberlain, Russell, Kareem, Shaq, Hakeem… Por nombrar los que me vienen ahora mismo a la cabeza, son modelos a seguir perfectamente. Son estrellas, productivas y sí, también daban espectáculo.

Jordan era genial, sí, y ha marcado el basket moderno, sí, pero hace falta que los pívots salgan de una crisis que, recordemos, no hace mucho vivieron los bases y escoltas.

Mangerotti, Basket N´ Run para NBATSEBA


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