Europa pierde la batalla frente a la NBA


Linas Kleiza regresó. Josh Childress está de vuelta. Carlos Delfino y Nenad Krstic regresaron hace mucho tiempo. Un pívot de Rusia y otro de Ucrania cruzaron el charco. Incluso Mikhail Prokhorov vino a la liga. Darko Milicic se quedó. Entonces la NBA está a salvo.

Hace dos veranos, en una aparente oleada, los jugadores de Norteamérica que iban hacia Europa salieron con una especulación que decía que la mejor liga del mundo tendría que pelear prontamente para mantener a sus estrellas.

¡Pánico en las calles! ¡David Stern debe actuar para contrarrestar la
epidemia!

No pasó nada, así como lo acaba de comprobar el verano del 2010, y nunca va a suceder. Los jugadores no odiaban
dicha especulación, sabiendo que les podría dar alguna ventaja a la hora de las negociaciones. Pero nadie iba a dejar la liga, sin importar cuántos apartamentos lujosos y conductores les dieran como incentivo.

Alguna vez un jugador de la NBA no quiso ir a los Vancouver Grizzlies porque pensó que era demasiado cercano a Rusia. ¿Y ahora iban a aparecer una avalancha de muchachos que quieran ir a una tierra extranjera? (Disculpas, Canadá. Te sigo queriendo).



En realidad, la moda duró un par de meses en el verano del 2008 y desde entonces ha estado atascada o dando pasos hacia atrás. Seguimos extrañando a Bostjan Nachbar, pero el orden se ha restaurado. Todo está bien, al menos en lo que respecta a que la NBA sea el lugar donde los jugadores quieren estar.

Sí, muchos jugadores se fueron, casi todos al mismo tiempo, pero la mayoría eran productos hechos en le extranjero o que ya habían tenido alguna experiencia internacional -- Gordan Giricek (se fue a Turquía), Jorge Garbajosa, Delfino, Krstic y Nachbar (a Rusia), Juan Carlos-Navarro (a España) y Primoz Brezec (a Italia). Un hombre que recién había salido de la escuela, llamado Brandon Jennings, firmó un contrato en Italia en vez de enrolarse como estudiante de primer en una universidad o de ir a la Liga de Desarrollo de la NBA mientras esperaba el tiempo suficiente para que pudiera ser elegido en el Draft, pero él fue una excepción.

Los hombres que salieron que hubieran nacido en Estados Unidos o que se hubieran desarrollado en Norteamérica, eran jugadores como Childress, Kleiza (en 2009), Earl Boykins, Jannero Pargo y Carlos Arroyo. Y aún así la NBA sobrevivió. El dinero que iba a volar desde Europa como se predijo tontamente nunca llegó.

Todos regresaron a la NBA, algunos después de cortas estadías, especialmente Childress, que volvió a los Suns, y Aleiza, que está de regreso este verano a los Raptors. Krstic ha sido un factor importante en el desarrollo de los Thunder desde la mitad de la campaña 2008-09. Delfino fue titular en Milwaukee y los Bucks se convirtieron en una de las historias más exitosas de la liga la temporada anterior.

El momento dio un giro tan dramático que uno de los dueños de equipos del extranjero que debía hacer temer a la NBA, se convirtió en el amo de un club en la NBA. Prokhorov, propietario del CSKA Moscú, es ahora Prokhorov, dueño de los New Jersey Nets.

Prokhorov está acá ahora, al igual que uno de los mejores jugadores de Rusian, Timofey Mozgov, jugador de los Knicks, que tiene 24 años y mide 2,16 metros. Los Timberwolves esperan la pronta llegada de de ucraniano de 2,13 metros Nikola Pekovic, una elección de segunda ronda del drfat en el 2008.

Los dueños estelares de equipo están llegando.
Los mejores prospectos están arribando.
Ese momento que se vivió hace un par de veranos oficialmente terminó.(enebea.com)


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