Nueva sesión maratónica de dueños y jugadores de la NBA


Los propietarios y los jugadores de la NBA se enfrascaron el miércoles en otra maratónica sesión al negociar durante más de 10 horas con el propósito de terminar con el cierre patronal.

Las partes volvieron a la mesa de negociaciones con la reunión de un pequeño grupo, menos de una semana después de tres días intensos de mediación que no produjeron un nuevo acuerdo laboral.

Las conversaciones se interrumpieron el jueves cuando los jugadores dijeron que los dueños insistieron en que aceptaban una distribución 50-50 de los ingresos a condición de seguir la negociación sobre el sistema del límite salarial.

Las primeras dos semanas de la temporada ya fueron canceladas, y hay poco tiempo para rescatar algunos partidos de noviembre. Según el comisionado David Stern, si no había un acuerdo la semana pasada estarían en riesgo los encuentros hasta Navidad.

Stern se reincorporó a las conversaciones el miércoles después de ausentarse de la sesión del jueves por gripe. Ahora asistió con el subcomisionado Adam Silver y los propietarios Peter Holt de San Antonio, Glen Taylor de Minnesota y James Dolan de Nueva York, así como por dos abogados de la liga.

El sindicato estuvo representado por el director ejecutivo Billy Hunter, el presidente Derek Fisher, de los Lakers, el vicepresidente Maurice Evans, de los Wizards, el abogado Ron Klempner y el economista Kevin Murphy.

Los jugadores han reducido su propuesta a 52,5% de los ingresos relacionados con los partidos, con lo que ahora son 100 millones de dólares lo que separa a las dos partes, con base en los ingresos de la campaña pasada. En el anterior contrato colectivo de trabajo, los jugadores debían recibir el 57% de esos ingresos.

El sistema del tope salarial es el otro escollo relevante. Con la intención de establecer una mayor paridad entre los 30 equipos, los dueños desean acotar la manera en que los equipos pueden exceder el límite salarial para evitar que los conjuntos con grandes mercados tengan una ventaja considerable en la nómina.

Los propietarios han propuesto aumentar los impuestos que paguen los equipos con más gasto, pero los jugadores temen que las sanciones sean tan punitivas que funcionarían como un límite salarial rígido.

Las partes también tienen diferencias sobre aspectos como la duración del acuerdo laboral, la duración de los contratos de los jugadores y la magnitud de sus aumentos.

Silver dijo la semana pasada que no tenía claro si todavía era posible un calendario de 82 partidos. La liga podría tratar de reprogramar los encuentros perdidos si hubiera pronto un acuerdo.


Fuente: AP


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