Durant lidera un torneo sin grandes estrellas

A punto de cumplir 22 años, el alero estadounidense Kevin Durant está llamado a ser una de las grandes estrellas del mundial de básquetbol de Turquía, en el que pesa la ausencia de jugadores como Kobe Bryant, LeBron James, Pau Gasol, Tony Parker y Manu Ginóbili, entre otros.

Durant, del Thunder de Oklahoma City, es una de las figuras emergentes de la NBA. La temporada pasada promedió 30 puntos por partido, convirtiéndose en el jugador más joven en liderar la tabla de
máximos encestadores de la liga estadounidense.


"Es uno de los jugadores más importantes del momento, sin lugar a dudas", dijo sobre Durant el presidente de la federación estadounidense de báquetbol, Jerry Colangelo.

Por su versatilidad, rapidez y facilidad anotadora, Durant será una pesadilla para las defensas rivales. Lo mismo que algunos de sus compañeros de selección, como Derrick Rose, Chauncey Billups y Lamar Odom, que aspiran a brillar en el campeonato.

Aparte de Durant, las grandes estrellas de la NBA decidieron quedarse en casa y renunciar a Turquía por diversos motivos. El mundial ha quedado algo descafeinado debido a la ilustre nómina de bajas, en la que figuran los estadounidenses Bryant y James, el español Gasol, el argentino Ginóbili, el francés Parker o el alemán Dirk Nowitzki.

La ausencia de estos jugadores no es sólo un contratiempo para sus respectivas selecciones, sino un serio revés para los organizadores del torneo, dado el tirón publicitario y de público que arrastran con su sola presencia.

Pero Turquía puede ser un buen escaparate para las jóvenes promesas y para otros jugadores, quizá menos conocidos por el público.

En Argentina, el veterano Luis Scola, de 30 años, podría convertirse en una de las piezas esenciales de su selección. No es el portento físico de Durant, pero su efectividad está fuera de todo debate. El año pasado promedió 16 puntos por partido en los Rockets de Houston y en marzo sumó 44 puntos en un solo encuentro, probando su talento y capacidad encestadora.

El brasileño Anderson Varejao de los Cavaliers de Cleveland es otro de esos jugadores importantes, con el que Brasil espera mejorar su actuación de hace cuatro años, cuando no superó la fase de grupos. Brasil sufrió la baja del pívot Nene, uno de sus nombres emblemáticos.

Para los jóvenes, el mundial será la oportunidad de despuntar y abrirse puertas. El español Ricky Rubio, de 19 años, es una de esas promesas. A pesar de su precocidad y juventud, ya deslumbró en la final olímpica de Beijing hace dos años, cuando España cayó ante Estados Unidos. Es un jugador rapido y muchas veces imprevisible. En Turquía se espera que su juego le termine por llevar definitivamente a la NBA.

"El límite de Ricky Rubio es el cielo", dijo el base estadounidense Jason Kidd tras enfrentarse a Rubio en los Juegos Olímpicos.

Junto con Rubio, el pívot Milos Teodosic, de 23 años, es el líder natural de la joven Serbia. Jugador del Olympiacos griego, Teodosic está considerado una estrella a nivel europeo. En el mundial, espera convertirse en una figura de relevancia internacional.

Por Puerto Rico, está llamado a brillar el base José Juan Barea, el rostro de la selección boricua y una pieza importante de los Mavericks de Dallas en la NBA.




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